Rostros lejanos, tren de caras por la mente que pasan
Tantos que fueron tan pocos quedaron
Otros hay nuevos, los más son extraños.
Arrojamos todo a la nada en las noches ardientes
Y ahora que queda; promesas rotas, nostalgia inútil, quimeras nomás .
Una mano etérea, una palabra muda, cuchillo sin filo, amistad olvidada.
Acaso puedo acusar yo a aquel, acaso pueden acusarme a mi;
Acaso se puede acusar al hombre de olvido si la vida lo sumerge en aguas extrañas
y este en su afán de resistirse a la corriente que arrastra
se separa de los suyos y al volver a encontrarlos que halla;
Solamente vacío, fantasmas, pasado, nostalgia…
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