Del sabio, el mentiroso y los torpes

Una costumbre rara tienen las personas

Suelen creer todo lo que a ellos llega

Y no preguntan de donde viene

Corren a avisarles a sus hermanos que viene el lobo

Si hasta parece que el lobo ya se comió el ganado

Y hasta los pastores

¿Pero alguien vio al lobo?

¿Alguien lo ha oído siquiera?

Alguno creyó que si

Saben todos que no en toda palabra se encuentra la verdad

Pero que pocos son los que entienden

Los torpes lloran siempre al sabio muerto

¿Que será de ellos ahora sin sabio si nada aprendieron?

Mas teniendo al sabio en vida lo desprecian

Y hasta prefieren un mentiroso, allí irán a aplaudirle

Tocaran bombos y cornetas

Y toda la pompa en honor al mentiroso

Más, cuando el mentiroso se lleva todo acusan al sabio

Pero, cuando antes el sabio habiéndoles advertido de la mentira

Le convirtieron en villano y después

Mentiroso huido y sabio muerto lloran los torpes

¿Qué será? ¿Qué será de nosotros sin el sabio gimen los torpes?

Más cada generación tiene un sabio, muchos torpes, y suficientes  de mentirosos

Y el sabio enseña de todo a los torpes, y el mentiroso les quita cuanto puede

Más hay algo que el sabio no puede enseñar a los torpes

Ni puede quitarles el mentiroso

No puede uno enseñarles a dejar de ser torpes

Ni el otro quitarles lo tonto